dilluns, 17 de novembre del 2014

HÁBITOS SALUDABLES

Los hábitos se transmiten de padres a hijos y están influidos por factores ambientales tales como el clima, la cultura, las costumbres y experiencias, etc., los niños adquieren dichos hábitos hasta los 3 años, pero no os preocupéis si vuestro hijo ya ha superado esa edad, porqué a partir de ahora se pueden modificar.

Seguir unos buenos hábitos nos llevará a conseguir un estado de SALUD óptimo. Debemos identificar cuáles son erróneos, y cómo los podemos mejorar. Hoy os traigo 2 ejemplos para mejorar tus hábitos y los de tu familia.

1-      NO MANTENER AYUNOS PROLONGADOS

Si nos saltamos una comida, llegamos a la siguiente con mucha hambre, y ¿qué hacemos? dejadme adivinar. Llegáis a casa, cogéis vuestro libro de recetas, preparáis los ingredientes, y os ponéis a cocinar esa receta tan saludable que conocéis. ¡YA! Yo también he pasado por ello, y realmente llegas a casa, abres la nevera y coges lo primero que ves, contra más insaludable,  ¡MEJOR! Y además comemos más de lo que necesitamos. Así que no dejes pasar muchas horas entre comida y comida, y intenta no saltarte ninguna.

2-      NO VER LA TELEVISIÓN MIENTRAS COMEMOS

Te estoy viendo, pones cara de estar a punto de dejar de leer, porqué no crees que ver la televisión perjudique tu alimentación o la de tus hijos. Pues bien, siento decirte que sí, por varias razones.

La primera es que cuando tenemos ese plasma invadiendo nuestro angulo de visión, mientras comemos, no somos conscientes de lo que tenemos en el plato, muchas veces ello nos lleva a comer en exceso.

Me gustaría que prestarais atención al tipo de anuncios que podemos ver cuando nos sentamos a la mesa, segunda de las razones por las que deberíamos desconectar la televisión mientras comemos ya que la mayoría son de alimentos superfluos, innecesarios y que incitan a llevar una peor alimentación, y con ello aumentar los riesgos de obesidad u otros trastornos de la alimentación. 

Por último, no por ello menos importante, visualiza el único momento al día, en el que tú y tu familia os sentáis todos juntos, ¿ya? ¿Es alrededor de una mesa? Y si es así, ¿Desaprovechas el único momento al día, en el que podéis charlar, contaros vivencias, experiencias, compartir alegrías preocupaciones, para estar todos aislados mirando un televisor mas grande que la mesa entera? Claro que últimamente no solamente la televisión invade las mesas, ¿verdad? Smartphones, tablets y otros aparejos nos absorben.

“Shhhhht cállate niño/a que no oigo las noticias”, frase frecuente en muchos hogares cuando uno de los menores intenta contar que ha hecho hoy en la escuela. Supongo que a los 18, cuando le pidas que te explique que hizo anoche contestará algo así como “Shhhhht cállate mama/papa y no me rayes”.





Da que pensar.


My Nutricionist

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